Un jefe, encargado o quien tenga a su cargo la coordinación de un equipo de trabajo nunca puede eludir la responsabilidad que el ha sido asignada.
La clave de una buena supervisión es considerar cinco principios fundamentales que generalmente son ignorados o mal interpretados. Cuáles son?
Un Supervisor puede delegar su autoridad pero nunca su responsabilidad. Muchos supervisores les cuesta delegar su autoridad (tienen temor a lo que hagan los integrantes de su equipo). Este es un síntoma de inseguridad. En el otro extremo están los que delegan totalmente su autoridad (se desentienden del trabajo).
El Supervisor efectivo es el que se encuentra el punto entre estos dos extremos.
Todo trabajador debe tener solamente un Supervisor. Ignorarlo crea conflictos y confusiones.
Hay un límite de la cantidad de gente que puede trabajar con un solo Supervisor promedio. Convenientemente no debe dirigir a más de 10 personas.
Esto quiere decir que las tareas de un trabajador deben ser similares o relacionadas en su naturaleza. Cuando se tienen obligaciones diferentes puede sentirse que no se tiene una responsabilidad concreta de la cual sentirse orgulloso.
Qué características debe tener el sustituto? El sustituto debe tener habilidad para pensar, ambición, perspectiva o consciencia de la gente. Y un Supervisor deberá saber distribuir bien las tareas, delinear cualquier problema, dejar que las personas de su equipo piensen por sí mismo, enseñar cómo ayudarse y desarrollar sentimientos de lealtad hacia el trabajo y la seguridad.
Fuente: Consejo Interamericano de Seguridad.
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