La falta de trabajo sigue afectando a jóvenes y mayores por igual. La crisis ha conseguido que solo haya una salida posible ante un escenario de incipiente desempleo: la formación continua.
Algunos recordarán con nostalgia las épocas en las que no había que buscar trabajo, el trabajo nos encontraba a nosotros. Con la llegada de la crisis, hace tiempo que esto dejó de ser así. Si somos nosotros los interesados en insertarnos laboralmente, tiene que salir de nosotros adecuar nuestro perfil profesional al complicado mercado laboral que nos concierne. A continuación, 4 razones por las que los expertos consideran que estudiar en situaciones de desempleo, sin importar la edad, es la mejor ocupación.
1.Estancarse, esa “enfermedad laboral” a evitar. En un escenario de recesión económica, observar inalterable como la ausencia de oportunidades laborales ahoga nuestras aspiraciones, es una de las peores reacciones que podemos tener. El hecho de quedarnos parados y dejar de formarnos, nos consumirá poco a poco y nos hundirá en la apatía. Mantener viva la llama del conocimiento y las ganas de aprender nos posibilitará escapar de la paulatina destrucción de nuestras ilusiones y motivaciones, aquellas que siempre nos han mantenido ‘al pie del cañón’.
2.Multiplicar nuestras competencias. El difícil panorama laboral que estamos atravesando se caracteriza, entre otras cosas por la necesidad de especializarnos y obtener nuevas competencias, que nos permitan ser competitivos dentro de un mercado en el que los rivales son cada vez más fuertes. ‘Buscar nuestro valor diferencial’.
3.”Realización personal”, la gran olvidada. Quien dejó los estudios hace años a causa de una mala decisión o por la necesidad económica de adentrarse en el mercado laboral, seguro que tiene alguna espinita clavada relativa a lo que siempre quiso estudiar y por alguna razón, no pudo. Esas personas pueden ver en esta época de total accesibilidad al conocimiento la posibilidad de retomar la pasión que hace años tuvo que dejar.