El estudio de la sociología permite, entre otras cosas, abrir la mente y entender, a través de distintas líneas de pensamiento, por qué pasan las cosas que pasan en la sociedad. Una empresa, que también es una sociedad, debe ser entendida en su proceso para lograr su bienestar y el de sus empleados.
«Ningún hombre es una isla» escribió sabiamente el inglés John Donne hace casi cinco siglos entendiendo, seguramente, que las acciones de un individuo –por más individuales que sean- tarde o temprano impactan en el conjunto que solemos llamar sociedad.
La sociología es la ciencia que estudia los procesos de la vida en sociedad, teniendo como elemento de estudio al hombre y sus relaciones sociales con el objeto de lograr el bienestar social. Ambos conceptos, el de darle una responsabilidad social a las acciones de un hombre (entiéndase en este caso, a las acciones de un empleado) y el de estudiar el proceso de vida de una compañía en cuanto a factores culturales y sociales, para lograr el bienestar de las personas que la componen, son fundantes en la formación de un Técnico en Higiene y Seguridad en el Trabajo ya que su tarea es velar por la seguridad de los individuos (que son los empleados) que componen una sociedad (que es la empresa en la que trabajan).
En el programa académico de la carrera de Higiene y Seguridad en el Trabajo, la materia Sociología dota a los profesionales de un espíritu analítico y crítico que, junto al aprendizaje técnico, le permitirá hacer un estudio de la situación actual de la empresa, de los procesos que la llevaron a esa situación y del efecto que esa empresa puede provocar en el resto de la sociedad. A la vez de poder modificar costumbres o formas de trabajo que atenten contra su bienestar.
La función social de un Técnico en Higiene y Seguridad en el Trabajo es determinante en la vida de una empresa y en la de las personas que la componen. Pretender despojar a un profesional de su enfoque social sólo porque su especialidad sea técnica, sería un grave error no solo porque ese despojo le impediría ejercer correctamente su profesión, sino también porque –como dijo John Donne- «Ningún hombre es una isla. Es un fragmento. Una parte del todo«.