Hace cerca de treinta años atrás, junto con la revolución productiva y la globalización de los mercados, también se instaló en nuestro país la llamada «industria del juicio» que aprovechó cada grieta legal existente y cada nueva interpretación posible de la jurisprudencia laboral para arremeter contra compañías que supuestamente habían perjudicado de alguna manera a sus empleados.
En la actualidad el panorama no dista mucho del que se veía en los años ’80 y ’90. Si bien parte de la legislación ha sido modificada, en lo que a derecho laboral respecta, las empresas casi siempre quedan en desventaja frente a los reclamos judiciales de su personal.
Esta suerte de «inseguridad jurídica» a la que cualquier compañía está expuesta hizo que el papel del Gerente de Recursos Humanos de una organización incluyera, dentro de sus características de líder, capacitador y buen selector, también el conocimiento de elementos básicos del derecho laboral para así prever y evitar situaciones que, a futuro, pudieran provocar algún reclamo judicial por parte del personal.
Si bien todas las compañías cuentan con un departamento legal, propio o tercerizado, que es el que actúa una vez iniciada una demanda contra la firma; el conocimiento –por parte del área de Recursos Humanos- de las leyes laborales, las asociaciones gremiales y de las particularidades de la actividad de su propia empresa, permite vislumbrar futuros conflictos, negociar y modificar situaciones que puedan acarrear juicios en los que, casi siempre, termina perdiendo la empresa. Por eso, la carrera de Recursos Humanos y Relaciones Laborales permite formar profesionales versátiles de suma necesidad, que conozcan la importancia del derecho en el área de RRHH y que permitan a las empresas no sólo apuntar a mejorar la calidad y optimizar las ganancias, sino también a minimizar costos y evitar pérdidas por vía judicial.