En 1970 un ambientalista estadounidense instauró la fecha para concientizar al mundo. Cuatro décadas después, ¿cómo estamos?
La idea de celebrar el Día Internacional de la Tierra fue promovida en EEUU por el senador y activista ambientalista Gaylord Nelson que ya por ese entonces veía con preocupación la forma en que los recursos naturales del planeta eran tratados por corporaciones, industrias e individuos de todo el mundo. Problemas como superpoblación, contaminación o la conservación de la biodiversidad ya se hacían notar con fuerza, y organizaciones sociales y activistas ambientales comenzaron a ejercer presión para crear conciencia común sobre la necesidad de preservar el medio ambiente.
El 22 de abril de 1970, dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades, se concentraron en lo que fue la primera manifestación en reclamo de medidas políticas y leyes que protegieran al planeta. La respuesta del gobierno estadounidense no tardó y creó la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) que, a través de la Organización de las Naciones Unidas, instó a los gobiernos del mundo a tomar medidas que contribuyeran a la preservación de los recursos naturales y a la no contaminación.
En conmemoración a esa primera manifestación pública de ciudadanos reclamando una «conciencia verde» es que se instauró el 22 de abril como el Día Internacional de la Tierra, una fecha que no pertenece a ningún sector ni bandería política o ideológica, sino, a todos los individuos ambientalmente conscientes que se identifiquen con la vida, ya que la fecha invita a tomar consciencia -todos los días del año y no sólo el 22 de abril- sobre la necesidad de proteger los recursos naturales de la Tierra, elementos sin los cuales, no podría existir la vida.
Esta lucha por la toma de conciencia comenzó hace 41 años. Cuatro décadas de árboles plantados, de bosques recuperados, de humedales y reservas de agua potable protegidas. Pero también cuatro décadas de avances tecnológicos, de accidentes nucleares y de desastres naturales.
Hoy la lucha tal vez no sea por la toma de conciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente, tal vez es hora de preguntarnos ¿habremos hecho lo suficiente para protegerlo realmente?